como organizar una cata de vinos

¿Cómo organizar una cata de vinos en mi restaurante?

¿Quieres atraer a nuevos clientes a tu restaurante? ¿Quieres marcar la diferencia respecto a tus competidores más directos? Si la respuesta a alguna de estas preguntas ha sido sí, la solución es muy sencilla: necesitas innovar, ofrecer nuevos servicios que fidelicen a tus clientes y que se conviertan en un reclamo para nuevos comensales. ¿Has pensado alguna vez en organizar una cata de vinos?

En Osumar somos expertos en el sector horeca y sabemos cuán importante es la renovación para hacer crecer un negocio hostelero. Por ello, hoy te explicaremos cómo organizar una cata de vinos en tu restaurante: una gran apuesta para posicionar a tu negocio y alzarlo como un local de referencia en el ámbito enológico y gastronómico.

 

¿A qué público te quieres dirigir?

Lo primero que debes tener claro es a quién irá dirigido el evento. Si hace mucho que tu restaurante está en marcha, sabrás a la perfección el perfil de los clientes que acuden a tu negocio. Invita a participantes con conocimientos enológicos similares para así ajustar el evento y conseguir que todos los asistentes disfruten de una velada amena e interesante.

 

Define una temática

El siguiente paso es elegir una temática para tu cata de vinos. Para ello es importante que decidas el tipo de degustación que vas a realizar. ¿Vinos tintos o rosados? ¿De una sola bodega o de varias? Define una temática unificada y con coherencia que se convierta en un atractivo para nuevos clientes. Una buena idea es apostar por productos locales, ya que de esta forma, los asistentes podrán conocer un poco más acerca de las características y propiedades de vinos de su entorno más cercano.

 ¿Cuántos vinos incluir en la cata?

Lo más importante es no excederse. Incluye como máximo cinco vinos ya que del contrario, la cata puede durar demasiado tiempo y los asistentes pueden perder el interés en las explicaciones. Para hacer la cata más amena y divertida, es interesante incluir juegos para involucrar a los participantes. Uno de ellos puede ser, por ejemplo, realizar una cata con los ojos vendados para agudizar de este modo el sentido del gusto y animar a los participantes a adivinar las propiedades del vino.

 

Incluye comida en el evento

Aunque el protagonista sin lugar a duda será el vino, intenta incluir “picoteo”: platos o “tapas” que acompañen la degustación y que sigan el hilo conductor del evento. Lo ideal sería que además, tuvieras preparado un menú especial tras la cata. Idea una combinación de platos pensando en el vino y en el maridaje y crea así una armonía perfecta que sirva de cierre para un día perfecto.

Si algo queda claro es que los asistentes a la cata se llevarán a casa un muy buen sabor de boca que seguro que les incita a volver muy pronto a tu restaurante.



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